17/12/10


Los misiles de Canahuati



Haciendo uso del elemento nazi para someter a la opinión pública, Jorge Canahuati escribe mil veces una mentira hasta intentar hacerla verdad para que las masas se convenzan de que un empresario de las armas, promueve la paz en una nación.



Por: Ronnie Huete




Tegucigalpa, 17 de dic. Contribuyendo con la guerra mediática que se desata en el mundo, el empresario de los medios de comunicación Jorge Canahuati refuerza su política editorialista y en un intento desesperado crea a través de sus medios de comunicación un falso contenido de la realidad hondureña.



Canahuati, quien ha sido un asiduo negociante con los gobiernos que presiden el Estado de Honduras es un proveedor de medicinas para los hospitales públicos e intermediario en la venta de armas para la policía tal y como lo caracteriza sala de prensa, cuyo medio de comunicación electrónico hace una radiografía de la libertad de expresión en Honduras.



Enriquecer la apología del odio en los receptores hondureños es parte de la agenda mediática de este amante de las armas, quien recientemente realizó su más sutil trabajo.



Este empresario intento convencer a los lectores de sus diarios, que en el valle del Bajo Aguan, situado en la costa norte de Honduras se desataba una guerra liderada por sus campesinos.



La calidad de vida de los habitantes en esa zona, no existe y sus derechos humanos no le son reconocidos, pero Canahuati convencido de que en el Bajo Aguan existen “guerrilleros” exhorto al odio contra los pobladores de este pobre sector territorial hondureño.


Grafica de Guerra

Utilizando su medio de comunicación impreso en Tegucigalpa, amplio una de las fotografías de su diario y su gráfica mostraba un contingente policial y militar que junto a una tanqueta de gases contaminantes titulaban; “la paz llego al aguan”. Como si la paz fuera caracterizada con herramientas para la guerra.



No hay duda, la paz para este empresario es dirigida por los altos intereses económicos que se juegan en esa parte de Honduras en donde la extracción de la palma africana y todos los derivados que la misma produce es un monopolio energético que esta monopolizado por su amigo Miguel Facussé.



La riqueza natural que produce ese departamento costeño de Honduras no es del alcance de sus pobladores, al contrario ellos son obligados a trabajar desmedidamente en la extracción de este fruto que emana de la palma africana, y cuyo olor pestilente al momento de su extracción hace eco de las artimañas de sus explotadores.



Explotadores, interesados en seguir ensangrentado los verdes parajes de las comunidades que históricamente han habitado y trabajado la tierra por años, pero que ahora como si la historia dejara de existir, los quieren desterrar.


Medio de desinformación

Ese llamado de Paz que Canahuati hace, confirma de cómo sus negocios en la comunicación toman un matiz mayormente desinformativo, convirtiéndolo en un empresario de los medios de desinformación.



El instrumento mediático de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) al cual pertenecen Canahuati y su íntimo amigo Carlos Flores Facussé (Ex presidente de Honduras, 1998, 2002) es un excelente aval para defender los misiles desinformativos que lanzan despiadadamente ante la opinión pública, sin embargo su potencial a perdido velocidad debido a la liberalización informativa que existe a través de la revolución informática de la web.




El derecho a la tierra es para quienes la han trabajado por largos años, sus campesinos, agricultores y los verdaderos responsables de generar la riqueza que el suelo del Valle del Bajo Aguan produce.



El resistir ante los abusos de los terratenientes y sus ánimos de expulsarles de lo que históricamente les pertenece es un derecho internacional que poseen, puesto que de ahí se alimenta un aproximado de 250 familias que han sido desalojadas violentamente por el ejercito represor de Honduras.



Guadalupe Carney resiste

La inhumanidad con que han actuado los terratenientes y sus avales desinformativos mediáticos, ha dado como resultado que un aproximado de cinco mil habitantes del agro en el bajo aguan se encuentren desposeídos de sus tierras.



Esta es la realidad que el amante de la armas Jorge Canahuati, pretende evadir en Honduras y su obsesión por estas armas de fuego lo ha llevado al punto de relacionarlas con la paz, sin embargo la inexistencia de esta armonía será invisible hasta que exista paz para los legítimos dueños de estas tierras, sus agricultores habitantes de las comunidades del Bajo Aguan, refugiados en este instante en el insigne asentamiento de Guadalupe Carney.



El autor de este artículo es corresponsal voluntario de la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, El portal http://desacato.info y el portal de Universidad Federal de Santa Catarina www.iela.ufsc.br ambos editado en Florianópolis, Brasil.


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