El cansancio de los Canahuati Larach
Por: Simón S. Soto
Tegucigalpa, 8 de may. Jorge Canahuati Larach, dueño de dos medios de comunicación escritos del país que estimulan la apología del odio, dicta ordenes a Porfirio Lobo Sosa.
A través de uno de sus diarios exige al mandatario de facto que no intervenga en las relaciones internacionales y que se concentre en resolver los problemas internos de la nación centroamericana.
A criterio de Canahuati Larach las demandas internacionales deben ser exclusivas de su familiar y canciller de facto Mario Canahuati, quien ocupa ese puesto como parte de los puestos claves que la oligarquía fascista de Honduras han usurpado para seguir dominando en el eje político nacional e internacional.
Pero los consejos infructuosos de Canahuati Larach de nada le servirán, puesto que las naciones internacionales no reconocen un gobierno nacido de un proceso espurio e irrespetuoso de los derechos humanos.
La incredulidad que marca el gobierno de la “unidad nacional” como lo llama Porfirio Lobo es tal, que no podrá participar en la cumbre entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea en Madrid.
No reconocen gobierno
Potencias latinoamericanas como Brasil condenan y no reconocen el gobierno predominante en Honduras, puesto que el gobernante de esta nación sudamericana Luis Ignacio Lula da Silva mantiene su postura de no reconocer a un gobierno surgido después del pasado cuartelazo militar del 28 de junio, que depuso al presidente Manuel Zelaya.
Como buen político obediente, Porfirio Lobo tendrá que obedecer a su superior Canahuati Larach aunque no detenga el ridículo internacional en que se encuentra sumido este gobernante de facto que intenta asumir liderazgos de un presidente.
Pero la preocupación más cercana de Canahuati Larach es la credibilidad que han perdido sus maquilas de la información, cuyo emporio comunicativo sufre una fisura económica que lo ha llevado a tomar acciones para volver a recuperar los lectores que tenía en sus diarios.
Una de de las metodologías que este oligarca fascista está efectuando para re convencer a los hondureños de la información que publican en sus rotativos, es concentrarse con la comunidad universitaria para brindarles talleres que aparentan credibilidad.
Estos intentos desesperados por recuperar su antigua postura en el mercado publicitario le hacen reflexionar en el error que cayó al financiar el golpe de Estado y el publicar la sarta de mentiras que sus diarios publican, en pro del fascismo en Honduras.
Este movimiento de la familia oligarca Canahuati es una clara evidencia que demuestra temor, cansancio e irritación al no ver consolidados sus propósitos al participar en el rompimiento de la democracia en Latinoamérica.
Tegucigalpa, 8 de may. Jorge Canahuati Larach, dueño de dos medios de comunicación escritos del país que estimulan la apología del odio, dicta ordenes a Porfirio Lobo Sosa.
A través de uno de sus diarios exige al mandatario de facto que no intervenga en las relaciones internacionales y que se concentre en resolver los problemas internos de la nación centroamericana.
A criterio de Canahuati Larach las demandas internacionales deben ser exclusivas de su familiar y canciller de facto Mario Canahuati, quien ocupa ese puesto como parte de los puestos claves que la oligarquía fascista de Honduras han usurpado para seguir dominando en el eje político nacional e internacional.
Pero los consejos infructuosos de Canahuati Larach de nada le servirán, puesto que las naciones internacionales no reconocen un gobierno nacido de un proceso espurio e irrespetuoso de los derechos humanos.
La incredulidad que marca el gobierno de la “unidad nacional” como lo llama Porfirio Lobo es tal, que no podrá participar en la cumbre entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea en Madrid.
No reconocen gobierno
Potencias latinoamericanas como Brasil condenan y no reconocen el gobierno predominante en Honduras, puesto que el gobernante de esta nación sudamericana Luis Ignacio Lula da Silva mantiene su postura de no reconocer a un gobierno surgido después del pasado cuartelazo militar del 28 de junio, que depuso al presidente Manuel Zelaya.
Como buen político obediente, Porfirio Lobo tendrá que obedecer a su superior Canahuati Larach aunque no detenga el ridículo internacional en que se encuentra sumido este gobernante de facto que intenta asumir liderazgos de un presidente.
Pero la preocupación más cercana de Canahuati Larach es la credibilidad que han perdido sus maquilas de la información, cuyo emporio comunicativo sufre una fisura económica que lo ha llevado a tomar acciones para volver a recuperar los lectores que tenía en sus diarios.
Una de de las metodologías que este oligarca fascista está efectuando para re convencer a los hondureños de la información que publican en sus rotativos, es concentrarse con la comunidad universitaria para brindarles talleres que aparentan credibilidad.
Estos intentos desesperados por recuperar su antigua postura en el mercado publicitario le hacen reflexionar en el error que cayó al financiar el golpe de Estado y el publicar la sarta de mentiras que sus diarios publican, en pro del fascismo en Honduras.
Este movimiento de la familia oligarca Canahuati es una clara evidencia que demuestra temor, cansancio e irritación al no ver consolidados sus propósitos al participar en el rompimiento de la democracia en Latinoamérica.
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