El vocero de la guerra mediática
El presidente del Colegio de periodistas de Honduras fue abucheado por sus colegas periodistas en Casa Presidencial
Tegucigalpa, 22 abr. Las declaraciones del presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), Elan Reyes Pineda exigiendo al gremio periodístico hondureño que practique una autorregulación en la información, que se publican frente a los medios televisivos, radiales, escritos y electrónicos demuestran su trabajo y compromiso con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En conferencia de prensa en Casa Presidencial junto al secretario de seguridad de facto Oscar Álvarez emitió esta sugerencia, que se resume en una autocensura que limita a la libertad de expresión y de pensamiento en Honduras, y cuyas declaraciones las hizo frente a un colaborador directo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Nuevamente se confirma que el periodista Reyes Pineda es también parte del plan mediático que el imperio estadounidense está ejecutando en Latinoamérica para desestabilizar al periodismo progresista, que a través de sus publicaciones intentan rescatar la desinformación que emiten los medios fascistas de Jorge Canahuati Larach, Rafael Ferrari, Jaime Rosenthal, Elías Asfura, Carlos Flores Facussé, Rodrigo Wong Arévalo, entre otros que han validado las terribles violaciones a los derechos humanos y el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
La incapacidad y el fiel servilismo de Reyes Pineda frente a la retrograda burguesía es tal que no pudo defender a su propio hermano Roberto Reyes cuando fue despedido por Rodrigo Wong Arévalo del medio televisivo en que trabajaba, puesto que Roberto se opuso desde un principio al cuartelazo militar que sufrió el último presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya.
Promover la autocensura es violentar la libertar de expresión y pensamiento que coloca en precario el libre ejercicio del periodismo en Honduras y en cualquier parte del mundo que una persona bajo esta envestidura solicite públicamente.
Aviso de los organos de represión del Estado
La acción de Elan Reyes es un aviso de los órganos de represión del Estado para aquellos periodistas que intenten criticar la dictadura militar-político, empresarial-religiosa que se instauro en nombre del Dios del opus dei el pasado 28 de junio de 2009.
Reyes, presento al verdadero gremio al que representa, puesto que su voz ya esta subastada como el vocero oficial de la represión, y de los sicarios que deambulan libremente en las avenidas de una Honduras que en este momento sufre las peores violaciones a los derechos humanos.
Elan Reyes sigue el manual que el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens a escrito para que este esbirro enemigo de la patria los cumpla.
El ex embajador de Estados Unidos en Honduras en la década de los ochenta, John Dimitri Negroponte y actual asesor de la Secretaria de Estado de ese país del norte, influyo mucho en las ideas de Hugo Llorens, puesto que es su cuadro político.
Pedir la autocensura es acallar la voz de un pueblo que exige librarse de las cadenas de las aberraciones arriba mencionas, que solo buscan mantener la hegemonía de la ignorante burguesía que vive en un atrasado capitalismo que sitúa a Honduras en el segundo país más pobre del hemisferio de nuestra América.
El mundo debe de condenar asesinato de periodistas
La organización de las Naciones Unidas tienen la obligación de que se respete el derecho universal de informar
Ante estas declaraciones, los organismos internacionales en defender la libertad de expresión tienen la responsabilidad de condenar este acto que sitúa a la comunicación hondureña en una anarquía que sigue asesinando en menos de dos meses a siete periodistas.
Las amenazas continúan para los periodistas que se oponen a vivir en la dictadura representada en el rostro de Porfirio Lobo Sosa y dirigida por la oligarquía fascista que mueve todas sus piezas para alcanzar sus peores ambiciones.
En el mundo la prensa internacional debe de condenar lo que ocurre en Honduras, puesto que el deber de informar a la población no debe ser violado por ningún interés económico que mueve los hilos de una arcaica dictadura en pleno siglo XXI.
Este vocero de la guerra mediática en Honduras es solo una de las piezas que Estados Unidos posee en nuestra Latinoamérica, pero ya el pueblo organizado en el Frente Nacional de Resistencia Popular condena lo dicho por Elan Reyes Pineda.
Las amenazas continúan para los periodistas que se oponen a vivir en la dictadura representada en el rostro de Porfirio Lobo Sosa y dirigida por la oligarquía fascista que mueve todas sus piezas para alcanzar sus peores ambiciones.
En el mundo la prensa internacional debe de condenar lo que ocurre en Honduras, puesto que el deber de informar a la población no debe ser violado por ningún interés económico que mueve los hilos de una arcaica dictadura en pleno siglo XXI.
Este vocero de la guerra mediática en Honduras es solo una de las piezas que Estados Unidos posee en nuestra Latinoamérica, pero ya el pueblo organizado en el Frente Nacional de Resistencia Popular condena lo dicho por Elan Reyes Pineda.
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