15/12/11





“¡Nos están matando!”



Las mujeres periodistas que recién fueron torturadas públicamente por la guardia presidencial y los militares, exhiben ante el mundo el irrespeto a la libertad de expresión que se vive en la dictadura de este país.



Por: Ronnie Huete





Tegucigalpa, 15 de dic. La era del “porfiriato” involuciona su intolerancia a la crítica, a un sistema neo fascista de principios del siglo XXI.


El pasado martes 13 de diciembre quedó claro. Reprimir hasta acallar, en frente de lo que representa la casa presidencial del régimen del “porfiriato” es un hecho.


Ante el asesinato imparable de los periodistas en Honduras, la prensa independiente realizó una marcha pacífica hasta casa presidencial. La organización de esta actividad la efectuaron un grupo de mujeres periodistas, quienes con velas y vestidas de luto marcharon para exigir el respeto a la vida.


Esta marcha pacífica se convirtió en una embestida dirigida por las órdenes del “porfiriato” que con sus perros amaestrados a los que llaman guardia presidencial, y militares que resguardan la casa presidencial, atacaron irracionalmente a las marchantes.


Moderna dictadura



La lucha fue frente a frente, con la ganancia de la razón y las exigencias del respeto a la vida, contra la más cruda intolerancia de la dictadura “moderna del porfiriato” quien no dudo en torturar públicamente a las mujeres periodistas.


Claudia Mendoza, Iris Mencia, Sandra Sánchez, Miriam Amaya, Eleana Borjas, entre otras que no claudicaron ante la represión de gases lacrimógenos, y las armas de tortura que utilizan los enemigos del pueblo, llamados militares.


Una de las marchantes, quien por razones de seguridad pidió no se revelara su nombre, manifestó que esta marcha fue por la vida, por el respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión.


Uno de los objetivos de la marcha era de llegar a casa presidencial y leer un comunicado y hacer una protesta pacífica contra los asesinatos a los periodistas, así como recién lo hizo un grupo de periodistas, quienes en su mayoría representan al “porfiriato”.


Merito de asesinato



La brutalidad de la guardia presidencial y los militares que resguardan ese lugar gubernamental, fue extrema, describe la periodista que también fue afectada por las bombas lacrimógenas.


Según la reportera, en la calle, en la esquina o en cualquier lugar por donde se camina en Honduras es imposible vivir, puesto que la vida de los periodistas que redactan lo visible en la dictadura del “porfirtiato” es merito para asesinarles.


“los periodistas no nos sentimos libres de caminar públicamente, ¡nos están matando!”, describió con impotencia la periodista.


Las mujeres periodistas que participaron en esta marcha exigen que por lo menos se nombre una comisión interventora, y que exista una verdadera depuración de la policía nacional de este país centroamericano.

Instituciones Incrédulas



Según la entrevistada, en Honduras se ha llegado al punto de que el sistema no funciona,”se vive en un estado fallido”, puesto que a su criterio todas las instituciones que representan la seguridad estatal ya no tienen credibilidad.


Alguno de los medios tradicionales en Honduras entre ellos los que pertenecen a Carlos Flores Facussé, Jorge Canahuati y Rafael Ferrari, publican reacciones de malestar de estos dueños, quienes mandan a sus sirvientes de la comunicación a despotricar cualquier intento de lucha social por la liberación de Honduras.


Bajo este terrorismo mediático, la prensa independiente o alternativa de Honduras lucha, para denunciar los acontecimientos de la dictadura del porfiriato.


El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), actúa según los mandatos de estos mercaderes de la información, puesto que sus acciones conservadoras siguen los lineamientos de la dictadura del “porfiriato”, convocando marchas sin sentido y sin ninguna demanda.

Periodistas de “estomago”




La periodista afectada también describió que el periodista como cualquier ciudadano debe ser político y tomar una postura, puesto que si no lo hace no se le puede considerar un ser humano.


“El periodista debe denunciar, no acallar, no debe de convertirse en periodista de estomago como la mayoría que trabaja en los medios golpistas” afirmo con ahínco la entrevistada.


¿Qué íbamos hacer un grupo de mujeres vestidas de negro?, se pregunto la periodista, ante la embestida de los militares y la guardia presidencial. “que podemos esperar si torturan públicamente a un grupo de mujeres desarmadas” finalizó la entrevistada.



Según el informe del Observatorio de la Violencia publicado en octubre pasado, se espera que a fin de año la tasa de homicidios en Honduras alcance la dramática cifra de 86 por cada 100,000 habitantes. Es decir, el doble de la tasa registrada durante el primer semestre de 2011 (43.7) y casi tres veces la de 2010 (36.6). Cifras que superan con creces las de varios países en guerra.



El autor de este artículo y fotografías es corresponsalía voluntaria de la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.



Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras.









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