Los intentos contra el FNRP
Por: Simón S. Soto
Tegucigalpa, 21 de may. Estratégicamente en la historia hegemónica de los Estados Unidos, sobre Latinoamérica y el Caribe ha recurrido a dividir los movimientos sociales que sanamente buscan el cambio revolucionario de las estructuras de un país.
A casi un año del cuartelazo militar, que depuso al presidente Manuel Zelaya, el pasado 28 de junio de 2009, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) ha acentuado su fuerza política que le amerita transformarse en un partido político para alcanzar el poder en las estructuras estatales, que por antonomasia han sido regidas por los partidos políticos tradicionales (liberal y nacional), que han sometido a Honduras en un completo desorden que la coronan como una nación extremamente empobrecida.
Sobra decir que la anarquía financiera y económica que ha manejado la burguesía retrograda escudada en ambos colores políticos, es la raíz que debe ser cortada como una yerba venenosa que no debe crecer jamás. Sin embargo los astutos políticos y oligarcas como Carlos Flores Facussé tienen claro que si no encuentran una estrategia que divida al FNRP, el poderío corrupto en el que ha crecido este empresario y político comenzaría su cuenta regresiva hasta llegar al final.
Y como bien lo afirmó el ex fiscal general Edmundo Orellana en un barrio pobre de Tegucigalpa, que este desorden económico le cuesta a Honduras una deuda interna de 5 mil millones de lempiras que resultaron de la dictadura iniciada por Roberto Micheletti y Romeo Vásquez Velásquez al dar el duro golpe a la democracia.
No es de extrañarse que los políticos tradicionales han seguido las órdenes de los oligarcas fascistas y estos a su vez estudian con nitidez el manual de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y que hayan comenzado a desestabilizar la fuerza política social del FNRP, que aglutina a una diversidad de sectores políticos que coinciden en la refundación de Honduras, a través de una nueva constitución, que responda colectivamente a los oprimidos que ahora se ven reflejados en la Resistencia, pero que seguramente ya está infiltrada por militantes o lideres que tienen como misión dividir el FNRP.
La visita política
Los políticos tradicionales intentan desesperadamente convencer a los electores en los barrios más pobres de Tegucigalpa.
Ya, en los barrios más pobres de la capital se han visto personajes políticos que por antaño han vivido del erario público y que ahora andan persiguiendo desesperadamente un voto que los situé en la silla presidencial, pero ahora la estrategia es unificar a un partido, cuyo dueño se opone a que los pobres por primera vez tengan participación en una democracia revolucionaria.
Hablar de Carlos Flores Facussé y su mandato en el partido liberal, es profanar las riquezas de su tío, Miguel Facussé Barjum considerado como uno de los hombres más ricos de Centroamérica en cuyos terrenos en la costa norte de Honduras, misteriosamente aparecen extravagantes cargamentos de cocaína.
Pero la audacia carroñera política del país se está poniendo en marcha, aprovechándose de un pueblo que después del golpe de Estado tiene sed de educación política y sed de ver convertida a Honduras en una nueva nación que esté libre de estos fascistas que en los últimos meses se han encargado de llenar sus cuentas bancarias, con sus manos manchadas de sangre.
Las estrategias de desestabilización siempre han estado puestas en la mesa, mediante los medios de comunicación masiva, cuya herramienta son un estamento en esta guerra mediática que nace en el seno del gobierno del imperio yanqui.
Los últimos acontecimientos que han deteriorado el nombre de algunos líderes del Frente Nacional y que han sido publicados en medios de comunicación masiva que se han caracterizado por respaldar a la Resistencia, son el resultado de un previo y frio estudio, que la burguesía fascista está iniciando para movilizar sus filas políticas en los barrios marginales y comenzar de nuevo a repetir la historia de engaños que ahora se titula la unificación de un partido que se encuentra en la vil llanura.
Politiqueros represivos
Los politiqueros comienzan a formar sus filas para participar en la falsa democracia burguesa.
Por su parte en el partido nacional ya se perfilan los cuadros políticos que desean seguir con la dictadura político, militar, religiosa, empresarial, pero aunque ambos partidos se vean como diferentes por su color o ideal, el pueblo hondureño los observa por igual, puesto que son simples colores que la burguesía diseña y pinta según los intereses económicos de Estados Unidos y las relaciones comerciales que este minúsculo grupo de familias golpistas mantiene con esta nación del norte.
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya dejo claro su postura política hacia el progreso y desarrollo comunitario de Honduras mediante la revolución de las ideas y el seguimiento de la pauta de emancipación popular que viven las naciones de Sudamérica.
El despertar que nunca duerme
Los hondureños son incrédulos ante los politiqueros y los comerciantes de la información, mal llamados periodistas.
En esta ocasión el pueblo ya no cree en la sarta de mentiras que los políticos momificados intentan ofrecer en los barrios enlodados de la pobreza surgida de la explotación a la que han sido sometidos los hondureños por las políticas externas de Estados Unidos, avaladas por ambos partidos tradicionales y los pequeños llamados bonsái y cuya raíz comienza a podrirse para desaparecer.
Manuel Zelaya fue muy claro al decidir valientemente su postura política de no seguir las órdenes de la oligarquía y enfrentar las grandes transnacionales de los combustibles del imperio estadounidense al cambiar la formula de imponer el precio a los combustibles en la nación centroamericana.
El FNRP debe ser ese partido que enarbole y represente una democracia participativa porque nació en una lucha popular que le ha cobrado la muerte de más de 150 militantes de la Resistencia y varios desaparecidos en las montañas que colindan con Nicaragua en el departamento del Paraíso, cuando los órganos de represión reprimieron a la Resistencia para evitar su encuentro con el presidente Zelaya, quien intentó ingresar a Honduras.
No se debe permitir que la injerencia de los partidos tradicionales divida al FNRP, al contrario, este es el momento idóneo para fortalecer los lazos que han unificado a una diversidad de sectores que enriquecen la fuerza política del Frente como una nueva alternativa que de seguimiento a la propuesta del presidente Manuel Zelaya, puesto que esa lucha le pertenece al pueblo.
