5/5/10




Los archivos erróneos de la CIA






Por: Simón S. Soto



Tegucigalpa, 5 de mayo. Históricamente en las democracias Latinoamericanas bautizadas por la hegemonía estadounidense, se han creado instrumentos mediáticos que hacen ver una clara lucha por la defensa de la “democracia”, sin embargo los resultados de estas tácticas terminan en un manchón rojo de violencia que luego es pintado en blanco por la impunidad.




El laboratorio político desestabilizador que el gobierno de Estados Unidos implementa en las verdaderas democracias en donde el pueblo participa, ha puesto en práctica el manual del imperio en Honduras, en cuyo pais se creó una llamada comisión de la verdad.




Esta comisión de la verdad es conformada inteligentemente por los mismos personeros que fueron protagonistas claves en el pasado golpe de Estado del 28 de junio contra el último presidente constitucional que eligió Honduras, Manuel Zelaya.




Buscar las violaciones a los derechos humanos que se están ejecutando en Honduras en el presente, es el propósito de esta comisión que bajo una lupa investigativa y asesorada por el Ministerio Publico, la Corte Suprema de Justicia y demás organismos que avalaron el cuartelazo militar, harán un informe para presentar ante el mundo una mentira diplomática, puesto que la verdad de los hechos en Honduras ya han sido condenados en reiteradas veces por las naciones que aman la cultura de paz y respetan la voz social del pueblo.






La campaña fascista de los medios de comunicación de Jorge Canahuati, Rafael Ferrari, Elías Asfura y Carlos Flores Facussé han perfeccionado su método manipulador mental contra la opinión pública, sin embargo están consientes de que existe una grave fisura en sus maquilas de desinformación masiva y creadoras de la apología del odio, ya que la población mundial y hondureña han declarado inexistentes y aberrantes los informes que estos medios realizan.





Igualmente las cadenas internacionales de prensa al servicio del gobierno estadounidense emiten un ambiente de terror ante los millones de receptores que ya dudan de los informes de estos masivos medios de comunicación, cuyo objetivo de reflejar un mundo que es defendido por el país más contaminante y propulsor de la guerra, como lo es Estados Unidos, intenta desesperadamente convencer.





Aunque la guerra contra Latinoamérica ya fue declarada por Estados Unidos al infringir un Estado democrático como el de Honduras, ya la patria grande está respondiendo a estos ataques que el imperio pretende acrecentar con la alianza de algunos países europeos que piensan como trescientos años atrás, en donde la imposición de la colonia y el masivo asesinato de los indígenas era la forma de gobierno.






Nuevamente estas prácticas surgen con vestimentas más modernas, como lo es la lengua de la diplomacia y las falsas comisiones que paradójicamente buscan una verdad. La guerra declarada por Estados Unidos a través de sus bases militares y las sucias campañas contra las naciones hermanas de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y los demás Estados que conforman la patria grande de Latinoamérica, no están teniendo el efecto deseado por los “gringos”.






En Honduras la imposición de la comisión de la verdad avizora unos resultados que situaran a esta nación centroamericana como un pais en donde se lucha por la paz y la democracia y su informe superara el clásico universal de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.






El cuestionado gobierno de facto de Porfirio Lobo, al estimular estas estrategias se hunde más como un perfecto títere que luego de un largo uso, es desechado a los más recóndito de los archivos que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) acostumbra archivar para no engendrar el mismo error.


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